Código de conducta para proveedores

El Código de conducta para proveedores tiene como objetivo poner en conocimiento de sus proveedores los principios generales para su actividad laboral y profesional en sus diferentes ámbitos de actuación. 

El Código va dirigido a todos aquellos proveedores que suministren bienes y/o servicios a Redeia, por lo que es fundamental que lo comprendan y lo cumplan en los contratos celebrados entre ambos.

Es uno de los documentos que conforma la documentación contractual. Todo proveedor debe aceptarlo en su proceso de calificación, y trasladar consultas sobre su contenido y aplicación. Asimismo, el proceso de licitación se realiza a través de una plataforma que permite una relación transparente y colaboración.

La compañía vela por la aplicación continuada de sus principios por parte de los proveedores. Los principios de conducta contenidos en este código se estructuran en tres bloques: la relación del proveedor con sus empleados y contratistas, con Redeia y con el entorno.

Desde que en 2013 entró en vigor el primer código de conducta para proveedores, este documento forma parte de las Condiciones generales de contratación. Esto significa que el proveedor acepta la posibilidad de ser auditado por la compañía para verificar el cumplimiento de dicho código. En el supuesto caso de que un proveedor no acepte ser auditado, éste no podrá participar en nuevas licitaciones hasta que acepte verificar dicho cumplimiento.

El código es revisado periódicamente y el documento actual, en vigor desde junio del 2023, está alineado con el Código Ético y de Conducta de Redeia.

 

Auditorías sociales

Realizamos auditorías sociales con un doble objetivo: por un lado verificar el correcto cumplimiento del Código de conducta entre nuestros proveedores y por otro, trasladar los principios de sostenibilidad de la compañía a sus proveedores.

Para ello, la compañía elabora anualmente un Plan de Auditorías Sociales y realiza un control y seguimiento de su implantación. Adicionalmente, también puede activar una auditoría social en caso de tener constancia a través de los canales de comunicación abiertos a los proveedores o tras la identificación de un aumento del riesgo durante la monitorización, de un indicio de incumplimiento de algún requisito de orden ético, social y ambiental que todo proveedor debe aceptar y cumplir para trabajar con nosotros, incluido el compromiso de extenderlos a su propia cadena de suministro.

Como resultado de estas auditorías, se acuerdan planes de acción con todos aquellos proveedores a los que se les haya identificado una no conformidad, fomentando su desarrollo. Su monitorización nos permite medir su evolución y constatar las mejoras implantadas o tomar acciones en caso contrario.

En el caso de subcontratación por el proveedor, éste se responsabilizará de que sus contratistas ejerzan su actividad igualmente cumpliendo con todos los principios citados anteriormente.